El consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, expresó el 25 de noviembre de 2021 la posición solemne de China sobre la supuesta “Cumbre por la Democracia” que Estados Unidos tiene planeado celebrar prontamente durante una reunión virtual con el ministro de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Hungría, Péter Szijjártó.

Wang Yi dijo que Estados Unidos está, en esencia, haciendo cosas antidemocráticas bajo el disfraz de la democracia. Este comportamiento ha provocado dudas e incluso el descontento de muchos países.

Wang Yi dijo que la democracia no debe ser “privatizada”. La democracia es un derecho de los pueblos de todos los países, en vez de ser un privilegio reservado para un número reducido de países. Si un país es democrático o no debe ser juzgado, en términos fundamentales, por su propio pueblo, y no por algún país extranjero que lanza críticas irreflexivamente y enfoca las cosas de manera infundada. Si Estados Unidos se basa simplemente en sus propias preferencias y hostilidades para determinar qué países son democráticos y cuáles no, lo que está haciendo es, en realidad, buscar su propia supremacía e instigar la división. Tal comportamiento en sí mismo no es democrático.

La democracia no debe ser “etiquetada”. Los caminos hacia la democracia deben ser promovidos y practicados por los países de acuerdo con sus sendas condiciones específicas y a la luz de las necesidades de sus propios pueblos. Los estándares para evaluar la democracia radican en si se ajusta a las necesidades de las personas y si estas tienen una suficiente sensación de participación, satisfacción y ganancia, en lugar de ser una prueba en la que los países respondan a preguntas planteadas por Estados Unidos y sean calificados por este mismo. Si todos los países solo pudieran medir su democracia según los criterios estadounidenses, esto sería, en realidad, una traición al espíritu democrático y estaría aún más lejos de ser la verdadera democracia.

La democracia tampoco puede ser “politizada”. El acto de injerirse en los asuntos internos de otros países y violar la soberanía de otros países en nombre de la democracia para servir a los propios propósitos políticos es despreciable y debe ser descartado y rechazado. Estados Unidos ha afirmado no apoyar la “independencia de Taiwán”, pero ha proporcionado abiertamente un escenario internacional para las fuerzas de la “independencia de Taiwán”, lo que solo puede demostrar su incumplimiento del compromiso. Taiwán forma parte del territorio sagrado de China, y no es un peón que Estados Unidos pueda utilizar. La democracia es un valor común que buscan todos los países, en vez de ser una herramienta política que Estados Unidos pueda manipular a su antojo.

Wang Yi subrayó que el mundo necesita la solidaridad, y no la división; necesita la cooperación, y no la confrontación. Los grandes países necesitan en particular desempeñar un papel ejemplar en este sentido, en vez de dar ejemplos negativos.